Profundizar cada día en la gastronomía canaria, me hace descubrir con alegría, detalles de una rica cultura alimenticia, que es patrimonio de todos nosotros.
En este caso, me zambullo por el delicioso mundo de los quesos isleños.
En el archipiélago canario, existen tres denominaciones de origen, que hacen de esta tierra, lugar de referencia para el aficionado a esta exquisitez.
En primer lugar, por orden cronológico, tenemos la Denominación de Origen del Queso Majorero (Fuerteventura) que fue otorgada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el año 1996. Este producto de leche caprina, se lleva realizando desde hace más de 600 años. Una té
cnica sumamente depurada, que da lugar al primer queso canario en disfrutar de la denominación.
El segundo en obtener la D.O. fue el Queso Palmero (La Palma). También se realiza con leche de cabra, pero en este caso, el animal es el que en realidad da la denominación de origen a este producto. Al ser realizado exclusivamente con una raza endémica de cabras palmeras.
Y en último lugar, pero no por ello de peor calidad, tenemos al Queso de flor de Guía (Gran Canaria). Este curioso nombre, proviene por no utilizar cuajo animal para cuajar la leche, sino un cuajo vegetal que se obtiene de la pelusa de la flor del cardo.
En definitiva, tres coronas gastronómicas para nuestras islas.