Fáciles de preparar, las cáscaras de naranjas o limones caramelizadas dan un toque distinto a cualquier postre.
Lo primero que hay que hacer es: En un caldero de fondo grueso preparar un jarabe con azúcar y agua. Cuando espese añadir las cáscaras de cítricos cortadas en juliana. Dejamos cocer hasta que la juliana esté transparente. Retirarla y escurrirla muy bien sobre una servilleta de papel y seguidamente pasarla por el azúcar.
Si lo que queremos es darle un toque original a helados, macedonias y sorbetes también podemos usar trozos más grandes de cáscaras de cualquier cítrico.
Gastronomía Canaria Vinos
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miércoles, 10 de agosto de 2011
jueves, 4 de agosto de 2011
Salsas
Para evitar que se formen grumos, no remuevas la salsa con una cuchara de madera. Utiliza un tenedor en el que habrás pinchado un trozo de patata cruda y pelada.

miércoles, 3 de agosto de 2011
Sardinas asadas
Un remedio eficaz para que no huela la casa al asar las sardinas, es la de poner en la plancha o en la sartén unas hojas de laurel.

Tomates
Si están verdes, ponlos en una bolsa de papel, junto con una manzana madura y ciérralas. El gas etileno que éstas despiden los hará madurar.
domingo, 31 de julio de 2011
Ensalada
Cuando te haya quedado ácida por exceso de vinagre, échale unas tiritas de pimiento rojo dulce y revuelve bien. Quedará riquísima.
Te quedará deliciosa la ensalada, si agregas un poquito de azúcar o miel al vinagre con el que la vas a aliñar. Además, espolvoréala en el momento de servirla con diferentes hierbas aromáticas.
Te quedará deliciosa la ensalada, si agregas un poquito de azúcar o miel al vinagre con el que la vas a aliñar. Además, espolvoréala en el momento de servirla con diferentes hierbas aromáticas.
Lechuga
Para que no se estropee, pon la lechuga en un recipiente hermético y mete junto a ella un trozo de pan duro. Absorberá la humedad que desprenden las hojas y evitará que se pudran.
Aprovecha las hojas feas de la lechuga para hacer un puré. Rehógalas en un poquito de mantequilla, junto con una papa picada. Después añade agua y déjalo cocer todo junto.
Cuando esté tierno, tritúralo en la batidora, sazona y añade leche.
Aprovecha las hojas feas de la lechuga para hacer un puré. Rehógalas en un poquito de mantequilla, junto con una papa picada. Después añade agua y déjalo cocer todo junto.
Cuando esté tierno, tritúralo en la batidora, sazona y añade leche.
sábado, 30 de julio de 2011
Cebollas
Antes de picarlas o comenzar a utilizarlas, mételas en el microondas unos segundos. Después, ya puedes pelarlas. Evitarás las lágrimas.
También puedes pinchar una bolita de miga de pan en la punta del cuchillo.
¿Has tenido que tirarlas porque habían germinado o se habían puesto blandas? Esto no volverá a sucederte, si, al comprarlas, las envuelves en papel de aluminio y las guardas en la nevera.
Para que al freirla te quede dorada, añádele un poquito de azúcar y revuelve.
También puedes pinchar una bolita de miga de pan en la punta del cuchillo.
¿Has tenido que tirarlas porque habían germinado o se habían puesto blandas? Esto no volverá a sucederte, si, al comprarlas, las envuelves en papel de aluminio y las guardas en la nevera.
Para que al freirla te quede dorada, añádele un poquito de azúcar y revuelve.
Filetes de Pollo
Coliflor
viernes, 29 de julio de 2011
Bacalao
jueves, 28 de julio de 2011
Almendras
Si te cuesta pelarlas, sumérjelas durante unos minutos en agua hirviendo. La piel se desprenderá sola.
Verduras y conservación
Las verduras varían mucho su precio dependiendo de si son o no de temporada. Cómpralas cuando estén más baratas y congélalas. El método es muy sencillo: Lávalas y sécalas muy bien, trócealas como si fueras a consumirlas y seguidamente las introduces en bolsas especiales para el congelador. Cuando vayas a utilizarlas no hace falta que las descongeles. Echalas directamente sobre agua hirviendo.
Pizzas
Cuando vayas a preparar una pizza, hazla en una sartén con tapa sobre la cocina, en vez de meterla al horno.
Sale muy bien y gastas menos energía, ya sea de gas o eléctrica.
miércoles, 27 de julio de 2011
Refrescos con muchas burbujas
martes, 26 de julio de 2011
Caldo casero
En vez de comprar cubitos de caldo industriales, fabrícatelos tú mism@. Utiliza el caldo sobrante de tus guisos echándolo en cubiteras y congelándolos después.
Los cubitos de caldo congelado serán ideales para dar sabor a cualquier plato que hagas.
Los cubitos de caldo congelado serán ideales para dar sabor a cualquier plato que hagas.
lunes, 18 de julio de 2011
Los secretos del soufflé
Realizar con éxito un soufflé, conseguir que la mezcla suba en el horno, que presente un aspecto dorado en su superficie y un tacto suave y esponjoso en su interior, depende de un conjunto de factores simples en apariencia, pero absolutamente decisivos de cara al resultado final.
Sea cual sea la receta, resulta sumamente importante medir con exactitud los ingredientes. De la adecuada proporción en que se mezclen los mismos, de su equilibrio general, dependerá la armonía del plato. Si quieres evitar sorpresas, sigue los pasos, en cada caso, la máxima atención.
La altura que alcance un soufflé, su suavidad y ligereza, dependen directamente de la perfección con que se hayan montado las claras de huevo. Tanto si las bates a mano como si te vales de un aparato mecánico, es requisito que consigas un punto de nieve firme.
La temperatura del horno es, asimismo, un factor fundamental. Enciende el horno un cuarto de hora antes de iniciar la preparación. Sólo cuando este alcance la temperatura requerida deberás introducir el recipiente del soufflé. Para evitar desfases es aconsejable no realizar el batido de las claras hasta que el horno pueda utilizarse.
Un vez cocido, el soufflé debe servirse inmediatamente. Lejos del calor se desinfla al poco tiempo, pierde apariencia y parte de su delicada textura. Una degustación correcta exige que los comensales esperen a que el plato esté concluido, y nunca al revés.
Sea cual sea la receta, resulta sumamente importante medir con exactitud los ingredientes. De la adecuada proporción en que se mezclen los mismos, de su equilibrio general, dependerá la armonía del plato. Si quieres evitar sorpresas, sigue los pasos, en cada caso, la máxima atención.
La altura que alcance un soufflé, su suavidad y ligereza, dependen directamente de la perfección con que se hayan montado las claras de huevo. Tanto si las bates a mano como si te vales de un aparato mecánico, es requisito que consigas un punto de nieve firme.
La temperatura del horno es, asimismo, un factor fundamental. Enciende el horno un cuarto de hora antes de iniciar la preparación. Sólo cuando este alcance la temperatura requerida deberás introducir el recipiente del soufflé. Para evitar desfases es aconsejable no realizar el batido de las claras hasta que el horno pueda utilizarse.
Un vez cocido, el soufflé debe servirse inmediatamente. Lejos del calor se desinfla al poco tiempo, pierde apariencia y parte de su delicada textura. Una degustación correcta exige que los comensales esperen a que el plato esté concluido, y nunca al revés.
Truco para quitar el sabor a quemado
Es lógico que para evitar que la comida se nos queme para no tener que emplear estos trucos para disimular el sabor y el olor a quemado. Es mejor estar atentos y pendientes de la comida cuando la estemos cocinando, controlar la temperatura del fuego, evitando cocinar con el fuego muy alto y controlando el líquido de la cocción., pero si por alguna causa se nos quemara. Estos son algunos trucos que proponemos en el caso que esto sucediera:
-Cuando se nos quema la comida, primero tenemos que apartar el caldero del fuego y rápidamente pasar la comida a otro caldero limpio, sin rascar el fondo para no para no coger nada quemado.
En el caso de legumbres o arroz, una vez que se cambie de caldero, colocar dentro una hoja de lechuga y dejar cocer, lentamente, con la cazuela tapada unos minutos más, añadiendo un poco más de líquido a la cocción.
En el caso de legumbres o arroz, una vez que se cambie de caldero, colocar dentro una hoja de lechuga y dejar cocer, lentamente, con la cazuela tapada unos minutos más, añadiendo un poco más de líquido a la cocción.
-Cuando nos demos cuenta que la comida empieza a pegarse y que podría coger sabor a quemado, añadir un poco de liquido y colocar el recipiente sobre un trapo grueso y mojado en agua fría, colocando otro trapo mojado tapando el caldero y moverlo en vaivén e ir cambiando el trapo de la base cada vez que se caliente por otro también mojado y frío. Si aún faltaran unos minutos para que la comida estuviera hecha del todo sólo hemos de mantener el recipiente cubierto con el trapo durante el tiempo que haga falta, sin sacar el trapo de debajo de la base del caldero. De todos los trucos para quitar el sabor a quemado de la comida quizá este suela ser el más eficaz.
-Si se nos ha quemado el arroz sumergir una cebolla cortada por la mitad, cubriéndola con más arroz. Tapar el caldero y dejarla en reposo hasta que el sabor a quemado haya desaparecido. Puede sustituirse la cebolla por papa cruda también sumergida, o por una rebanada de pan blanco colocada sobre la comida. El sabor a quemado pasará a la cebolla, a la papa o al pan.
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